Asiento ergonómico en mesas de trabajo industriales
Por qué sentarse es un peligro y cómo abordarlo
Dentro de las prácticas ergonómicas de sentarse en entornos industriales hay dos lados en esta historia. La primera es el simple hecho de que las personas no están diseñadas para pasar largos períodos de tiempo sentadas. Aunque nuestros cuerpos pueden soportar una buena cantidad de tensión, tarde o temprano lucharán contra las presiones continuas. Y, cuando una mesa de trabajo no se ha adaptado para la anatomía del cuerpo humano, el estrés y las tensiones llegan a ser muy elevadas e intensas con el tiempo.
Esto nos lleva a la segunda cara de la historia: los asientos deben diseñarse de forma que sean lo más cómodos posible para los empleados y les ayuden a maximizar su eficiencia.
Evite la tensión innecesaria
Pasar horas y horas en el trabajo en una sola y misma postura tarde o temprano cobra su precio, lo que a menudo resulta en tensión o en dolor. Dondequiera que los procesos lo permitan, tiene sentido cambiar entre una postura sentada y de pie. Una mesa de trabajo ajustable en altura ofrece buenas oportunidades para hacer precisamente eso. Puede sonar extraño, pero fue hace sólo 250 años que la gente empezó a pasar largos períodos de tiempo sentados. Precisamente por eso nuestros cuerpos no están acostumbrados a esta posición. Desde un punto de vista ergonómico, cuando un empleado ha estado trabajando sentado durante mucho tiempo, es una buena idea que se cambie a una posición de pie. Esto le quita una gran cantidad de tensión a la espalda. La proporción ideal es 80 por ciento dinámico sentado a 20 por ciento de pie.
Sillas industriales ergonómicas
Sentarse es inevitable en la mayoría de las actividades y por eso es esencial que las sillas sigan los principios ergonómicos. A la hora de seleccionar una silla para un entorno industrial, hay varios puntos que deben tenerse en cuenta. Por ejemplo, la tapicería debe ser resistente para que pueda limpiarse según sea necesario y soportar rasguños, raspaduras y manipulaciones bruscas. El factor más importante, sin embargo, es la adaptabilidad. El ajuste de altura es lo primero: cuando estás sentado con los pies planos en el suelo, tus piernas deben doblarse en un ángulo de poco más de 90 grados. Para garantizar un apoyo cómodo debajo de los muslos, el asiento debe inclinarse ligeramente hacia adelante.
Esto significa que puede sentarse cómodamente sin restringir el flujo sanguíneo en las piernas. Lo ideal es que el respaldo también incorpore un soporte lumbar. La región lumbar es el área de la columna vertebral que se curva hacia el estómago. Esta es la posición normal de la región lumbar. Sin embargo, si los músculos circundantes están débiles, la columna vertebral puede empezar a curvarse en la dirección opuesta (cifosis).
Sentarse ergonómicamente y aliviar la tensión en la columna vertebral
Los soportes lumbares están integrados en los respaldos de las sillas de trabajo para contrarrestar activamente la mala postura asociada con cifosis. El respaldo debe incluir un soporte lumbar a la altura correcta para la espalda baja del usuario, una función muy importante para garantizar una postura de sentado ergonómico.
Un mecanismo de inclinación reclinable en el respaldo que incluye control de tensión permite sentarse dinámicamente, lo que también nutre mejor las articulaciones espinales. Inclinar el asiento ligeramente hacia adelante cinco grados asegura que la pelvis esté en ángulo, lo que favorece una posición de sentado erguida. Las sillas son importantes en entornos industriales como en la oficina. Por consiguiente, deben cumplir siempre las normas ergonómicas actuales si quieren apoyar prácticas de trabajo eficaces y saludables.