Industria 4.0

¿De qué se trata todo esto de Industria 4.0?

Industria 4.0 es uno de los términos de moda; las tecnologías que la impulsan y las soluciones que comienzan a desarrollarse entorno a ellas, inundan por estos días el ecosistema empresarial. Es normal que este mar de información ahogue muchas de las intenciones de acercarnos con naturalidad al concepto.

El primer reto consiste entonces en simplificar el concepto, y para ello podemos partir por plantearnos ¿Cómo llegamos hasta aquí?

Uno de los principales factores que nos traen hasta aquí es la incorporación – cada vez mayor – de sensores. La capacidad de integrar sensores a casi cualquier dispositivo hace que también aumente la capacidad de recopilar y transmitir datos en tiempo real, para su posterior análisis. El avance de la tecnología de sensores, su diseño cada vez más pequeño, sus precios cada vez más bajos, y su capacidad de integración cada vez mayor, hace que su aplicación trascienda del uso en sistemas de producción, e incluso podemos interactuar con ellos día a día en un entorno doméstico.

Elaborado a partir de: Centro de la Industria 4.0 / Universidad de Potsdam, Alemania

Tal como lo mencionamos, la proliferación de sensores está generando un gran volumen subyacente de datos. El avance en Big Data permite el tratamiento de dichos datos, para su análisis inclusive en tiempo real.

Una acumulación masiva y rápida de datos – y hasta aquí creo que ya se evidencia cierto grado de convergencia tecnológica – requiere de un gran almacenamiento y grandes avenidas digitales; la nube juega un rol central, ya que solo a través de ella tal realidad se puede realizar por completo; por lo que la computación en la nube (cloud computing) se convierte en una fuerza importante para impulsar el surgimiento de lo que denominamos Industria 4.0.

Hasta aquí quiero que se detenga y piense por un momento si lo que se ha descrito le ha ayudado a organizar la idea del concepto que tiene acerca de Industria 4.0 y las tecnologías impulsoras: Industria 4.0 se trata de un ecosistema holístico, la clave está en la integración.

Ahora echemos un vistazo al software. El software ha jugado durante décadas un rol central en nuestra vida. En primer lugar, la capacidad de transmitir desde cualquier sistema, hacia cualquier sistema dentro del software integrado, así como hacer que más sistemas sean interoperables (Recuerde, la clave está en la integración). En segundo lugar, el software permite el avance en las interfaces humano – computadora; no solo el tipo convencional de interfaces, sino que también puede fusionar objetos simulados con la realidad para que estos soporten los procesos de toma de decisiones. En tercer lugar, se trata de que la “inteligencia” de la máquina esté integrada dentro del software. Las comillas desde luego no son casualidad, a través del desarrollo conceptual de la Industria 4.0 encontraremos que gran parte del uso de la palabra “inteligencia” corresponde a una estrategia de mercadeo, y que cuando nos referimos a Cuarta Revolución Industrial, Industria 4.0, Manufactura Inteligente, Smart Manufacturing, Logística 4,0 o Smart Logistics

; probablemente estemos abordando el mismo tema, eso sí, con seis certificaciones diferentes disponibles en el mercado. ¡Una calculadora es un dispositivo inteligente!

Le sugiero un segundo alto en el camino. Hasta ahora tenemos: Una generación masiva de datos, provenientes desde cualquier actor de la cadena de valor (objetos, personas, máquinas, etc); y software con mayor capacidad de procesamiento de información, software más “inteligente” (mejores algoritmos).

¿Y las personas?  Bueno, gracias al desarrollo exponencial de la informática móvil, las personas pueden gestionar, diseñar, verificar y monitorear casi cualquier configuración desde casi cualquier tipo de dispositivo, desde cualquier ubicación. Esto agrega mucha flexibilidad en términos de sincronización, y también impulsa muchas de las aplicaciones de la industria 4.0. Debo decir por experiencia que, conversando con algunas de las figuras más escépticas en cuanto a la concepción de Industria 4.0 como revolución; concluyo que no han logrado escapar del alcance de la hiperconexión. Una de las mayores fuerzas impulsoras de la Industria 4.0 llegó de la manera más surrealista posible: Pandemia global. Hoy por hoy, la mayor parte de los hogares están cada vez más conectados; las oficinas, locales comerciales y las sociedades mismas. Esta es un área temática de confort, cada cual puede elaborar su juicio con tan solo mirar a su alrededor; son cuestiones que seguramente ya han escuchado muchas veces; de hecho, les propongo un ejercicio breve: Piense por un momento en cuántos equipos tienen conectados a Internet desde su hogar; también piense por un momento si un reloj “inteligente” es en realidad un “reloj inteligente”.

La vigencia de este artículo, como nunca antes, tiene duración limitada. Al momento de escribirlo, los Sistemas Físicos Cibernéticos (CPS por sus siglas en inglés), son una novedad. Los CPS son el resultado de dotar a los componentes físicos existentes, de capacidad de computación y de comunicación, para convertirlos en objetos “inteligentes”. Las capacidades de entrenarse a partir de las interacciones con su entorno los diferencian del IoT y el IIoT (Internet de las Cosas e Internet Industrial de las Cosas). Aun así, hasta hoy, en la mayor parte de los casos, este entrenamiento autónomo le permite generar acciones rudimentarias (toma de decisiones), para reaccionar ante diferentes tipos de situaciones (lo que muchos denominarán: dispositivos cada vez más “inteligentes”).

Tenemos robots con capacidad de realizar gran cantidad de tareas: en el hogar, en el trabajo, en las fábricas; también tenemos, desde luego, automatizaciones de procesos mejoradas, que involucran, o no, robots; puede ser un proceso automático de análisis de datos, por ejemplo. Se trata de un ecosistema holístico, integrado, hiperconectado y veloz.

Pero entonces, ¿Qué es exactamente Industria 4.0? Bien, existen diversas escuelas de pensamiento en términos de definir qué es exactamente, pero, si lo que desea es jugar seguro, sería correcto decir que la aplicación de CPS en la manufactura y la logística; más el uso de IoT y de IoS (Internet de los Servicios) en los procesos de fabricación, son en realidad la consolidación de la Industria 4.0, todo lo demás es tecnología atomizada.

Si queremos definir a las principales características de Industria 4.0 en una sola palabra, quizá sea correcto utilizar Integración. Claro está, partiendo desde la base de un sistema hiperconectado: Integración del sistema total.

Ahora bien, puede surgir un próximo interrogante ¿Con qué objetivo queremos integración?  El mercado se aboca hacia la personalización, y en ese sentido, integrar las necesidades del cliente por medio de datos – de muchos datos – como un input de la organización, puede resultar ventajoso, puede representar velocidad de reacción sobre el entorno, puede representar crecimiento. Ahora bien, respecto a los datos quiero acotar: cada vez hay más datos, pero así mismo en estos datos cada vez hay más señales, y cada vez hay más ruido.

Para profundizar en este tema le recomiendo leer: Señales y ruidos

Las ventajas de la Industria 4.0 respecto a la conexión con el mercado son difícilmente refutables. Sin embargo, la aplicación efectiva de la Industria 4.0 sobre los sistemas de producción, es, por decirlo menos, en cada caso particular susceptible de análisis crítico; máxime cuando implica un proceso de transformación tecnológica (Inversión). La pregunta clave, en todos los casos será: ¿Qué tanto contribuye la tecnología a alcanzar la meta de la organización?

Si hay algo positivo de los procesos de transformación digital consiste en que nos obliga a mirar a las organizaciones como sistema; no existe forma alternativa de responder la pregunta anterior sin aplicar un enfoque holístico. Seguramente estos son planteamientos de Eliyahu Goldratt, sin embargo debo reconocer que los escuché de parte de Matías Birrell«Si la aplicación de la Industria 4.0 puede contribuir al mejoramiento del sistema, del objetivo del todo, del acercamiento a la meta; seguramente la implementación del grado adecuado de digitalización representará competitividad y crecimiento».

Por lo demás, y citaré a Javier Arévalo, Consultor de Goldratt, (pensador sistémico):

“El motivador para automatizar está basado en la mayoría de los casos en uno o varios supuestos erróneos. Primero, existe una concepción o entendimiento errado acerca de qué es ser productivos y cómo esto se materializa con los indicadores de desempeño locales y conectados al global de una manera eficaz. Hoy en día la mayoría de las empresas están cometiendo este error y lo pagan caro. Gastan más de lo que deben, tienen más inventario del necesario y su confiabilidad es mala. Para muestra un botón. Les hago referencia a la noticia generada por Tesla cuando Elon Musk, ante los continuos incumplimientos en las entregas de su modelo 3 y los problemas para cumplir las predicciones primero, las promesas segundo y las nuevas estimaciones, tercero, donde reconoce que su error fue pensar que se puede construir una planta totalmente automatizada. Eso significa con robots en todos lados y con sistemas de transporte y manejo del flujo. Es decir, totalmente acoplada”.

Si quiere profundizar al respecto le recomiendo leer: Qué no hacer en su transformación digital

Ahora bien, quiero aclarar que este artículo no se trata de un manifiesto contra la Industria 4.0, todo lo contrario, es una invitación a asumir los procesos de transformación digital con pensamiento crítico.

Piense por un momento en la logística, esta parte del proceso de la Cadena de Suministros ha sido el eje de la aplicación tecnológica efectiva en la industria. Es difícil concebir una operación de consumo masivo sin el WMS adecuado; es complejo imaginarse la gestión del flujo de un Centro de Distribución sin una tecnología de apoyo como RFID. La geolocalización representa ventajas difícilmente cuestionables y el ERP, esta herramienta de registro transaccional se ha constituido en vital.

Sin embargo, así como la logística ha sido testigo del éxito de la aplicación efectiva de los desarrollos tecnológicos; también existe suficiente registro que evidencia las vicisitudes de los procesos de transformación digital. En logística sabemos de sobra que una misma solución de WMS ha triunfado y fracasado en tantas empresas como sea posible; que la tecnología no es magia, que no soluciona los problemas automáticamente, y que el éxito de un proceso de transformación digital depende más del enfoque, del proceso y de las personas que de la solución.

A continuación, les dejo algunos de los cuestionamientos que se plantea el profesor Eric Tsui de Hong Kong Polytechnic University, al rededor de la Industria 4.0:

¿Dónde identificamos y cómo identificamos la mejor forma de conectar a los humanos con las máquinas? ¿En qué forma? ¿En qué protocolo? ¿Tenemos las habilidades para hacerlo?

¿Cree que las organizaciones están completamente preparadas para enfrentarse a la industria 4.0? ¿Está la gente preparada para ello? ¿Qué pasa con la mentalidad de la gente? ¿Están preparados para afrontar todos estos retos? ¿Están dispuestos a asumir estos desafíos? ¿Tienen las habilidades, la mentalidad y la perspicacia para asumir esto?

Bryan Salazar López

Ingeniero Industrial y Magíster en Logística Integral especializado en productividad y modelamiento de procesos bajo dimensiones de sostenibilidad, industria 4.0, transformación digital y modelos de optimización. Docente universitario de pregrado y posgrado con experiencia en la enseñanza de estos temas. Fundador de Ingenieriaindustrialonline.com, un sitio en donde se recogen las aportaciones de investigaciones, artículos y referencias relevantes para la industria.

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