Columnas

Un camino para incrementar la mano de obra femenina en la industria manufacturera

El desempleo es un tema difícil de abordar, sobre todo cuando hablamos de la falta de oportunidades laborales que tienen las mujeres en la industria manufacturera, esto debido a una cultura organizacional donde se visualizan (en su mayor parte) las actividades de manufactura con mano de obra masculina.

Ciertamente existe participación de mano de obra femenina en la industria manufacturera, pero según estadísticas, esta participación se concentra principalmente en industrias con líneas de producción por células de trabajo (trabajo en pequeños grupos de personas con pocas actividades organizadas en “u”), sabiendo esto, ¿Cómo podemos lograr incrementar las oportunidades laborales de las mujeres en líneas de trabajo en las que tradicionalmente se trabaja con mano de obra masculina?

Si bien es cierto que los movimientos que impulsan la igualdad de género han logrado un gran impacto laboral en los últimos años, muchas empresas no han encontrado la manera de incluir la mano de obra femenina de manera eficiente.

En este artículo hablaremos de una manera de aumentar la participación de la fuerza laboral femenina en la industria manufacturera.

Impacto social y económico

Si realmente queremos generar un impacto, debemos enfocarnos en generar líneas de trabajo equitativas, es decir, que independientemente del género, el empleado pueda tener las mismas aspiraciones laborales, en este caso, hablando de procesos que requieren manufactura.

Tomando como referencia datos obtenidos en el año 2020 el 5.15% de la población laboralmente activa se encuentra desempleada, de este porcentaje le corresponde un 68.34% al género femenino; revisando otro dato, la industria manufacturera representa un 12% de la población laboralmente activa.

 “La libertad de trabajar, por decisión propia y en condiciones de dignidad, seguridad y equidad, es esencial para el bienestar humano. Garantizar que la mujer goce de este derecho es un objetivo importante en sí mismo. Desde una perspectiva económica, la reducción de la brecha de género en la participación en la población activa podría aumentar considerablemente el PIB mundial. Las regiones con mayor desequilibrio de género apreciarían los beneficios de una gran expansión. Muchos países desarrollados observarían también el aumento del crecimiento medio anual de su PIB, fundamental en épocas de expansión económica casi nula”.

Fuente: La brecha de género en el empleo: ¿Qué frena el avance de la mujer?

VSM, una herramienta indispensable

Elaborar un mapa de cadena de valor será clave para detectar dentro de nuestro proceso productivo todas aquellas actividades (además de las que no generan valor, como lo indica la herramienta) que son “sensibles al género”, es decir, todas aquellas actividades que pueden ser realizadas por mano de obra femenina. Para asimilar el punto anterior debemos repasar las cargas permisibles según el género, tomamos como referencia lo indicado en la NOM-006-STPS-2014 (Norma mexicana), citamos:

8.5 En las actividades de manejo y almacenamiento de materiales de manera manual se deberán adoptar las medidas de seguridad siguientes:

E) Verificar que la carga manual máxima que manejen los trabajadores no rebase:

  • 25 kg para hombres;
  • 10 kg tratándose de mujeres, y
  • 7 kg en el caso de menores de 14 a 16 años.

A esto le sumamos el criterio del empleador o del encargado de realizar la separación de cargas de trabajo, en los cuales podrá tomar en cuenta puntos como:

  • Número de movimientos realizados por el puesto operativo.
  • Comunicación con otros operarios dentro de la línea de producción.
  • Igualdad de oportunidades de crecimiento.
  • Ambiente controlable en áreas a asignar.
  • Diseño de herramientas y apoyos para capacitación equitativa.

Generando una nueva línea de producción

Una vez detectadas nuestras actividades “sensibles al género” tenemos la posibilidad de crear una línea de trabajo más eficiente y de participación inclusiva, al tomar como base los resultados obtenidos en el mapa de cadena de valor, estamos garantizando que todas aquellas actividades que no están generando valor o son innecesariamente “pesadas” ya no sean más parte de nuestro proceso, impulsaremos la productividad eliminando movimientos y procedimientos innecesarios.

Ahora, ¿es realmente necesario tener segmentados a hombres y mujeres en la línea de trabajo?, la respuesta es no, como ya mencionamos, encontraremos en nuestro análisis actividades que pudieran ser innecesariamente pesadas y concluiremos que no es una actividad exclusiva para mano de obra masculina, lo que sí es recomendable es separar las actividades que requieran cierto nivel de detalle y dirigir la capacidad multitarea y la orientación a apegarse a las normas y a la calidad que presentan las mujeres según un estudio realizado por la empresa Nawaiam.

En resumen, siempre representará un gran beneficio para nuestros procedimientos apoyarnos de cualquier herramienta Kaizen o Lean según las áreas de oportunidad existentes. Dentro de la situación planteada, al trabajar un VSM teniendo como visión el ser más inclusivos, naturalmente obtendremos beneficios extras en la implementación de esta propuesta.


Alejandro Vega Gámez

Ingeniero Industrial formado en el Tecnológico Nacional de México Campus Culiacán con especialidad en calidad, productividad y cadenas de suministro.

Experiencia de 4 años a nivel profesional donde a lo largo de su trayectoria se ha desempeñado en áreas como seguridad industrial, logística y cadenas de suministro, manufactura, mejora continua y arquitectura de procesos en la industria carrocera y alimenticia. Especializado en mejora de resultados utilizando un enfoque de análisis estadístico y análisis de causa raíz.

Alejandro Vega Gámez

Ingeniero Industrial formado en el Tecnológico Nacional de México Campus Culiacán con especialidad en calidad, productividad y cadenas de suministro. Experiencia de 4 años a nivel profesional donde a lo largo de su trayectoria se ha desempeñado en áreas como seguridad industrial, logística y cadenas de suministro, manufactura, mejora continua y arquitectura de procesos en la industria carrocera y alimenticia. Especializado en mejora de resultados utilizando un enfoque de análisis estadístico y análisis de causa raíz.

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